ALGO QUE TERMINÉ DE TRAGAR

Qué cosas no?; desde octubre hasta ahora, los linfoadenomas o tumores linfáticos del cuello han crecido; si pasaban del centímetro "corta-cogote" y el martes me vino uno que se me metió en la tráquea o en las cuerdas vocales, el asunto es que quedé muda por mucho rato.

Trabajé mi tráquea, algo debería estar impidiendo el libre paso, algo que no había sacado probablemente, conversé con ella, con mis cuerdas, y estuve gran parte de la noche sacando todo lo que creía no haber sacado hasta despejar todas las variables que no tuvieran como centro mi yo soy y preocuparme nuevamente exclusivamente de mí. Saqué todo, de distintas formas, escribiendo, llorando, escribiendo, escribiendo.

Hasta quedar yo conmigo y estar en condiciones de conversar con mi mestra, la Nana.
El miércoles fui a revisarme con una ecotomografía, y me llevé una sorpresa, los linfoadenomas habían crecido más del doble y ya sobrepasan el centímetro, 1,6cm. 1,4cm, 1,2 cm, los que se pueden ver sin escanner, a uno de ellos el más grande, ya no tiene forma de ganglio y tampoco tiene el huequito por donde circula la sangre, la linfa, claramente hay que sacarlo.

Hoy hablé con mi maestra la Nana y le conté, le conté que había sacado todo y había dejado libre el tórax de todo lo que sentía, rabias, penas, alegrías. Y ella, tan sabia me dice ¿hiciste el proceso al revés?, y click claro, no lo había hecho, y era el sentir qué es lo que todavía no terminaba de tragar y eso era fuerte.


El cuello se estaba rebelando con violencia.

Es increible la vida, lo que menos me importa es el cáncer que hay ahí, porque ya no tiene cura y si la tiene es extremadamente cara y experimental, lo que hay que cuidar es la prevención y el alma sanarla cada vez que se sienta dolor.

No me hacía gracia operarme por el hecho de que me molestan en las cuerdas y en la tráquea, cicatrizo feo y no me gusta eso. Aunque sea vanidad, no me gusta.

Veremos, el miércoles me mandan al corta-cogote y veré si puedo trabajar directamente esto con los involucrados o representarlos como cojines.

No fueron necesarios los cojines.... lo dije directamente a los involucrados.

Y puedo decir que lo respetaron, en el más absoluto silencio. Un silencio que se me hizo respetable.

Que Dios se lo pague, de verdad, gracias a los involucrados.


mafalda