Tuesday, July 04, 2006

Soy...TU SISTEMA INMUNOLÓGICO (mafalda)

SOY.... TU SISTEMA INMUNOLÓGICO

Soy el sistema inmunológico...mafaldis...escúchame...

la palabra viene de “inmune” que significa “permiso” así que ya estarás asociando que soy el que da o no da permiso para entrar, como el celador de tu organismo, el abre o cierra puertas, el portero; casi siempre me han asociado al combate, como si tu organismo fuera un territorio de guerra; nada de eso, ningún territorio que tiene una guerra interna queda sin daño, no me mires así; soy necesario como parte del intercambio vital entre tú y el entorno y en los intercambios propios de la dinámica de tu organismo.

Conformo una verdadera red inteligente, traigo conocimientos desde que nacimos juntos, voy aprendiendo a medida que te desarrollas, y nunca dejo de aprender; lo que aprendo, lo aplico; nadie puede decir donde está mi centro, soy como un cerebro móvil.

Soy capaz de discriminar no sólo lo propio de tu organismo de lo ajeno que viene del exterior, sino también lo normal de lo patológico, las células cancerosas por ejemplo.

Conservo en mi memoria los conocimientos y mis encuentros.

Asimismo, selecciono las informaciones que recibo, las memorizo y decido las acciones que se deban realizar o no en todos los puntos del organismo.

En estas acciones debo discernir la existencia o ausencia de peligro.

Tal sistema de informaciones, de almacenamiento, de memoria y de acciones no está localizado en ningún órgano, no tiene centro ni periferia, sino que soy un auténtico cerebro móvil que se renueva constantemente, en continuo despertar, en movimiento incesante en tu organismo.

Mi función principal es asegurar la integridad de lo propio, lo tuyo, en donde habito.

Poseo la capacidad de eliminar lo que es diferente de lo propio biológico y de “tolerar” sustancias que portan marcas de lo propio y que reconozco, con la memoria que tengo que ya los marqué alguna vez, tal vez cuando eras niña.

Estoy compuesto de células, una población de glóbulos blancos llamados linfocitos que se originan en la médula ósea y circulan por todo el organismo.

La producción de linfocitos es continua en el transcurso de toda tu vida.

No tengo ningún órgano central, únicamente lugares de vivienda de los linfocitos, como el bazo, los ganglios linfáticos, las amígdalas o las placas de Peyer que están en el intestino.

Entre estos lugares, los linfocitos circulan a través de la sangre y la linfa, y gracias a ello están presentes para hacer su trabajo en todos los órganos.

Soy, por lo tanto difuso, móvil y me encuentro en renovación constante.

De los linfocitos que produzco existen diferencias en algunos de ellos, por ejemplo: los linfocitos B, los linfocitos T y los linfocitos nulos (no-T, o no-B también le dicen).


Estas categorías constituyen verdaderas poblaciones celulares que poseen sistemas de reconocimiento y funciones diferentes.

Los linfocitos B migran directamente de la médula ósea por la circulación periférica y producen unas proteínas llamadas anticuerpos.

Los linfocitos T, después de producirse en la médula ósea, pasan por una etapa de maduración en un órgano especializado, el timo.

Sus funciones son diversas: algunos linfocitos T poseen la capacidad de destruir células extrañas o modificadas (cancerosas, por ejemplo), otros ayudan a los linfocitos B a producir anticuerpos, otros más tienen la propiedad de suprimir las reacciones inmunes.

Los linfocitos nulos forman una población heterogénea y poco definida y no se sabe mucho pero tal vez podrían desempeñar un papel importante como células asesinas de células tumorales.

Los linfocitos B y T participan en las reacciones inmunes; toda sustancia que induce una reacción inmune frente a ella se denomina antígeno.

Tal reacción está dirigida contra este antígeno y sólo contra el: se dice entonces que es específica de ese antígeno. Esta reacción tan específica es similar a la imagen de la llave y la cerradura.

La reacción inmune puede tener dos formas: la producción de anticuerpos -proteínas que circulan en el suero- o la producción de linfocitos T.

Por lo tanto, son los linfocitos T y B y los anticuerpos que estos últimos producen, los responsables del conocimiento de lo propio y de lo ajeno y de las consecuencias de dejarlos o no dejarlos pasar.

Como ves yo pongo límites, tanto a lo que viene de afuera y que puede afectar tu integridad, como a lo que puedas producir en tu propio organismo y que también afecte tu integridad, por ejemplo, las células cancerígenas.

¿ en qué te pareces tú a mí ?... ¿con qué características nos peleamos?... si estamos en conflicto con alguna ... ¿ nos abuenamos, te parece?

No comments: